Se acerca la época de definiciones en la política y Emilio Monzó no quiere quedar afuera de la discusión como ocurrió en las últimas dos elecciones. Claro, en primera instancia fue la exgobernadora María Eugenia Vidal quien lo marginó del reparto de puestos en 2019 y luego debió aliarse con la Unión Cívica Radical tras el portazo de Horacio Rodríguez Larreta.

En ese marco, el dirigente de Carlos Tejedor se ubicó bajo el ala de Patricia Bullrich para buscar un regreso al armado estrategico de la oposición y recuperar el terreno perdido.

En línea con los fuertes dardos que lanza la jefa del sector ultra del PRO, la exministra de Seguridad de Mauricio Macri, Monzó dejó de lado su impronta dialoguista para seleccionar diferentes contrincantes y apuntalarse desde la crítica. En ese orden, el último rival elegido fue el gremialista de la educación pública, Roberto Baradel, el jefe de SUTEBA.

Desde su cuenta oficial en Twitter, Monzó lanzó: "Baradel hizo silencio ante el cierre de aulas, y ante la falta de gas y obras en escuelas. El único paro docente al que convocó fue por un gremialista condenado por prender fuego una legislatura. Y pide reelegir el modelo. La lucha es por los privilegios, no por mejor educación". Es que, días atrás Baradel había expresado su apoyo a la gestión de Kicillof y las más de 100 instituciones educativas inauguradas en tres años de mandato.